LA FUENTE DE CURACION-parte 13-
PELIGRO QUE ENTRAÑA EL CONOCIMIENTO ESPECULATIVO-parte 1-
Uno de los mayores males que acompañan la búsqueda de conocimientos y las investigaciones de la ciencia, es la disposición a exaltar la razón humana mas allá de su verdadero valor y su esfera apropiada. Muchos intentan juzgar al Creador y sus obras con el escaso conocimiento que tienen de la ciencia. Se esfuerzan por determinar la naturaleza, los atributos y prerrogativas de Dios, y se entregan a teorías especulativas respecto del Infinito. Los que se empeñan en este modo de estudiar pisan terreno prohibido. Su investigación no les dará resultados provechosos, y si persisten en ella lo harán con peligro de sus almas.
Nuestros primeros padres fueron inducidos al pecado por haber codiciado una ciencia que Dios les había vedado. Al procurarla perdieron todo lo que era digno de ser poseído. Si Adán y Eva no hubieran tocado el árbol prohibido, Dios les hubiera comunicado un conocimiento sobre el cual no hubiera recaído la maldición del pecado, sino que les hubiera allegado gozo eterno. Por su desobediencia la humanidad se apartó de Dios, y la tierra quedó separada del cielo.
La lección es para nosotros. El campo al cuál Satanás condujo a nuestros primeros padres es el mismo al cuál atrae a los hombres hoy. Está inundado el mundo de fábulas agradables. Valiéndose de todos los recursos que dispone, procura inducir a los hombres a entrar en especulaciones respecto de Dios. Así trata de evitar que consigan el conocimiento de Dios que constituye la salvación.
TEORIAS PANTEISTAS
Hoy día se están introduciendo en los establecimientos de educación y en las iglesias por doquiera doctrinas espiritualistas que minan la fe en Dios y su Palabra. La teoría de que Dios es una esencia que compenetra toda la naturaleza es aceptada por muchos de los que profesan creer en las Escrituras; pero, por muy ataviada que vaya esta teoría, es un engaño muy peligroso. Da una falsa idea de Dios y agravia su grandeza y majestad. Lo seguro es que no tiende tan sólo a extraviar, sino a corromper a los hombres. Las tinieblas son su elemento y la sensualidad su ambiente. Su aceptación aparta de Dios. Y para la naturaleza humana caída esto equivale a la ruina.
La condición en que el pecado nos ha colocado es antinatural, y el poder que nos restaure debe ser sobrenatural, o no tiene valor alguno. No hay poder que pueda quebrantar el yugo del mal y libertar de él los corazones de los hombres, sino el poder de Dios en Jesucristo. Sólo mediante la sangre del Crucificado hay purificación del pecado. Sólo la gracia de Cristo puede habilitarnos para resistir y dominar las inclinaciones de nuestra naturaleza caída. Las teorías espiritualistas respecto de Dios anulan la gracia divina. Si Dios es una esencia que compenetra toda la naturaleza, entonces mora en todos los hombres y para llegar a la santidad, el hombre no tiene más que desarrollar el poder que está en él mismo.
Estas teorías, desechan la necesidad de la expiación, y hacen del hombre su propio salvador. Estas teorías acerca de Dios dejan sin efecto la Palabra divina, y quienes las aceptan corren grave peligro de ser inducidos finalmente a considerar la Biblia como una ficción, desalojan a Dios de su verdadero puesto de soberanía, cifran su confianza en el poder humano, que sin Dios no tiene valor alguno. Dejada a sí misma, la voluntad humana no tiene verdadero poder para resistir y vencer el mal. Las defensas del alma quedan destruidas
“TODA PALABRA DE DIOS ES LIMPIA; ES ESCUDO A LOS QUE EN EL ESPERAN. NO AÑADAS A SUS PALABRAS, PORQUE NO TE REPRENDA, Y SEAS HALLADO MENTIROSO” “PRENDERAN AL IMPIO SUS PROPIAS INIQUIDADES, Y DETENIDO SERÁ CON LAS CUERDAS DE SU PECADO”. (Proverbios 30:5, 6, 5:22)
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