DOCTRINA DE LA IGLESIA VERDADERA
DESCRIPCIONES METAFÓRICAS DE LA IGLESIA. Las descripciones metafóricas de la iglesia del Nuevo Testamento, iluminan la naturaleza de la iglesia.
LA IGLESIA COMO UN CUERPO. La metáfora del cuerpo hace énfasis en la unidad de la iglesia y la relación funcional que cada miembro mantiene con el todo. La cruz reconcilia a todos los creyentes con Dios “en un solo cuerpo” (Efe.2:16). Por el Espíritu Santo, son “todos bautizados en un cuerpo” (1 Cor.12:13), la iglesia. La iglesia no es otra cosa que el cuerpo de Cristo (Efe.1:23). Los creyentes son los miembros de su cuerpo (Efe. 5:30). CRISTO ES la “cabeza del cuerpo” (Col. 1:18). La “cabeza de la iglesia” (Efe.5:23).
LA IGLESIA COMO TEMPLO. La iglesia es “edificio de Dios”, “templo de Dios” en el cuál mora el Espíritu Santo. JESUCRISTO ES SU FUNDAMENTO Y LA “PRINCIPAL PIEDRA DEL ANGULO” (1 Cor.3: 9-16; Efe. 2:20). Así como Cristo es la “piedra viva”, dice Pedro de la misma forma los creyentes son “piedras vivas” que sirven para edificar la “casa espiritual”. (1 Ped.2: 4-6). La metáfora del templo hace énfasis en la santidad, tanto en la congregación local como de la iglesia en general. EL TEMPLO DE DIOS ES SANTO “SI ALGUNO DESTRUYERE EL TEMPLO DE DIOS, DIOS LO DESTRUIRÁ A EL” (1 Cor.3:17).
LA IGLESIA COMO LA NOVIA. Se representa a la iglesia como una novia y al Señor como un novio. El amor que Cristo siente por su iglesia es tan profundo y duradero que El «se entregó a sí mismo por ella” (Efe.5:25)“ . El Salvador hizo este sacrificio con el fin de “santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra” (Efe.5:26). Por medio de la influencia santificadora de la verdad que contiene la Palabra de Dios (Juan 17:17) y la purificación que provee el bautismo, Cristo puede purificar a los miembros de la iglesia para que sea su novia, “una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha” (Efe. 5:27).
LA IGLESIA COMO LA “JERUSALEN DE ARRIBA”. Las Escrituras llaman Sion a la ciudad de Jerusalén. Allí Dios mora con su pueblo (Sal.9: 11). De Sion sale la salvación (Sal.14:7; 53:6). Esa ciudad debía llegar a ser “el gozo de toda la tierra”. Los ciudadanos de esta Jerusalén tienen su ciudadanía en los cielos (Fil.3:20). Son los “hijos de la promesa”, los que han “nacido según el Espíritu”, y que gozan de la libertad por medio de la cuál Cristo los ha hecho libres (Gal.4:28, 29; 5:1).
LA IGLESIA COMO FAMILIA. En la Escritura, se considera que la iglesia del cielo y de la tierra constituye una familia (Efe. 3:15). Los miembros de la familia de Dios se refieren al El llamándolo “Padre” (Gal.4:6) y se relacionan unos con otros en calidad de hermanos y hermanas (Sant.2:15; 1Cor. 8:11; Rom.16:1). Una característica especial de la iglesia como familia, es la comunión. La comunión cristiana (koinonia en griego) no sólo es sociabilidad, sino”comunión en el Evangelio” (Fil.1:5). Abarca la comunión genuina con Dios el Padre, su Hijo y el Espíritu Santo, además incluye la comunión con los creyentes (1Juan 1:3, 7; 1Cor.1:9, 2; 2Cor.13:14). Los miembros de la familia de la iglesia aprenden a vivir en unidad sin perder por ello la individualidad.
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